Sella puertas y ventanas
Una casa mal aislada necesita más producción de calor
para mantener su temperatura, aumentando así el consumo energético. Pequeñas
mejoras en el aislamiento pueden conllevar importantes ahorros energéticos y
económicos. Es imprescindible tener las puertas y las ventanas de la casa
perfectamente selladas.
En el caso de las ventanas, los sistemas de doble
cristal o doble ventana reducen prácticamente a la mitad la pérdida de calor
con respecto al vidrio sencillo. Las mejores carpinterías para el marco son las
denominadas de rotura de puente térmico, que contienen material aislante entre
la parte interna y externa del marco.
En el caso de las puertas, para evitar fugas, conviene
utilizar pequeñas tiras de esponja o goma adhesivas colocadas en los marcos.
Apaga el consumo fantasma
Tener encendidos en modo stand by los aparatos que no estamos utilizando es una costumbre
que supone más del 10% de la electricidad que gastamos en casa.
Renueva
electrodomésticos
La subida de la electricidad hace más importante cuidar
el manejo de nuestros aparatos. Cambiar tu viejo electrodoméstico por uno más
eficiente supone un desembolso inicial elevado, pero sustituir los viejos
electrodomésticos por otros de categoría eficiente, permite un ahorro en la luz
de hasta el 50%, unos 100 euros al año.
Temperatura estable
Es preferible mantener la misma temperatura moderada
que estar apagando y encendiendo la calefacción. Lo mismo ocurre si subimos de
golpe la temperatura, que acaba generando un gasto mayor. Por la noche,
conviene tenerla apagada.
Purga los radiadores
Al menos una vez al año, cuando comienza el
invierno, debemos sacar el aire acumulado. No hacerlo provoca que tengamos que
subir la potencia.
Alfombra tus suelos
Como con las ventanas, el calor se puede ir a través
del suelo. Cubrirlo con alfombras es un modo de mantener la casa caliente y nos
permite ahorrar en la calefacción.
Focos ahorradores
Pese a los
esfuerzos por implantar focos ahorradores, los focos tradicionales se resisten
a abandonar del todo los hogares. Sin embargo, sustituir las incandescentes por
otras de bajo consumo puede reducir la factura anual.
Ojo con el frigorífico
Es el aparato que más consume en nuestra casa (662
kWh al año). Tienen un consumo muy lineal, pero el abrir sus puertas produce
tres pequeños picos en las horas del desayuno, la comida y la cena. Debe
colocarse en un lugar fresco y regular su temperatura interior entre los 3 y 7
grados. Su mantenimiento también es importante: no debe tener polvo en la parte
trasera y la escarcha de sus paredes no debe llegar nunca a los dos milímetros
de espesor.
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